La familia es uno de los valores y pilares fundamentales en nuestra vida, y en nuestra posición de entrenadores de fútbol aún toma un significado más importante. Es un apoyo incondicional.
Como muy bien comenta en su frase Pep Guardiola,"La soledad del entrenador es muy grande, sufro mucho en la derrota y quiero tener cerca a mi gente, vivo de los afectos, no de los éxitos", el entrenador de fútbol es una isla en un océano. En el 99,99% de ocasiones estamos sólos frente a un vestuario, a una sala de prensa, a una afición o a una directiva. Es por eso que nos tenemos que apoyar en nuestro bien más preciado, NUESTRA FAMILIA.
Lo bueno que tiene ese apoyo, es que es incondicional, no te va a pedir nada a cambio. Es sin ningún lugar a dudas, el apoyo más grande que puede tener un entrenador, que al final no deja de ser persona, con sus virtudes y defectos, con mayor o menor simpatía, pero PERSONAS, y, muchas veces, más de lo que se puede pensar necesita muestras de cariño y comprensión, y ahí es cuando entran los verdaderos "médicos", TU FAMILIA.
Muchas veces no puedes tenerlos cerca físicamente, no puedes sentir en tus carnes la energía que te pueden transmitir, pero sólo con escucharlos, o con saber que estan ahí esperando tu resultado, o con un deseo de que te vayan bien las cosas, hacen que tu fuerza suba hasta niveles inimaginables y consiguen que ninguna situación, nada ni nadie pueda contigo.
Es por eso, amigos amantes del fútbol y sobre todo entrenadores de cualquier categoría y edad, que os aferréis a lo mas sagrado que tenemos, al bien más preciado que nos ha dado la vida en cuestión de afectividad, a los que nunca nos darán la espalda pase lo que pase, A NUESTRAS FAMILIAS.
P.D: Aprovecho para deciros que yo estoy muy orgulloso de la mía y que gracias a ellos estoy intentando seguir creciendo en este mundo, y que consiguen hacer que quiera mejorar día a día. VA POR ELLOS.
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