Feliz Año 2012

¡¡Gracias entrenador!!

Este último artículo del año quiero dedicarlo a hablar de esos entrenadores - formadores de los equipos  de fútbol base, esos grandes desconocidos del fútbol, que, sin los cuales, este deporte no existiría tal y como lo conocemos en toda su grandeza.

Cuando un futbolista llega a la élite siempre se habla de su aspecto profesional, de su carrera en la élite, pero siempre se olvidan de las PERSONAS que formaron a ese niño, adolescente, joven, para llegar a ser el futbolista que hoy es. Esa formación es fundamental para que ese jugador entre en el mundo profesional con todos los fundamentos adquiridos a lo largo de su completa trayectoria. Pero aún más importante es su formación psicológica y de madurez que debemos implantar en su cabeza, para que cuando se acerque el momento de la verdad esté preparado en todos los aspectos necesarios para triunfar.
Para ese entrenador anónimo, el triunfo de ese jugador es también su triunfo, se siente feliz por el éxito conseguido aunque no sea en su persona, pero lo es en una persona que él ha ayudado a formar, y se siente participe de ello. Eso le da a ese entrenador, a esa persona una satisfacción increíble, eso le da un altísimo grado de HUMANIDAD, ya que ha tenido un altruísmo grandioso al dar parte de si mismo al servicio de los demas a cambio de un sentimiento de alegría por un éxito ajeno. Eso sí es increíble.

Desde aquí quiero agradecer a miles de entrenadores-formadores que trabajan en el anonimato de los medios, pero que son muy conocidos y queridos por las personas que trabajan con ellos, sin compensación económica, o con muy poca, sólo con sus ganas e ilusión y un amor a este deporte que vale mucho más que cualquier otra cosa, que su único anhelo es que un niño se convierta en una futura persona, amante de un apasionante deporte y con unos valores que le ayuden en el dificil camino que es LA VIDA.
¡¡¡¡ MUCHAS GRACIAS !!! 

La satisfacción humana del entrenador

Hace algunos días un buen amigo mío me comentó que escribiera algún artículo sobre el sentimiento de satisfacción que tiene un entrenador al escuchar de sus jugadores que lo habían dado todo en el campo, que estaban exhaustos por el trabajo realizado, y creo que este tema es digno de reflexión.

Un entrenador al hacerse cargo de un equipo de fútbol, al planificar una temporada, busca unos objetivos generales en lo deportivo que pueda cumplir y para lo que su plantilla esté diseñada. Estos objetivos son méramente numericos y estadísticos. Al final de la temporada te dan una satisfacción o decepción profesional, por tu trabajo bien o mal realizado y enfocado.
Tú, como entrenador, al margen de estos objetivos numéricos (necesarios e indispensables para el buen funcionamiento de tu equipo), debes conseguir otro tipo de satisfacciones, y una de las satisfacciones necesarias para que tu persona trabaje para el grupo es LA SATISFACCIÓN HUMANA DEL ENTRENADOR. Cuando un jugador te mira a los ojos y te dice que no puede más por que lo ha dado todo en el terreno de juego, cuando se gana un partido y recibes un abrazo de cada uno de tus jugadores sin tú pedirlo, cuando se pierde un partido de una eliminatoria y un jugador importante te dice que no te preocupes que el partido de casa se va a ganar y se va a pasar la eliminatoria, etc... en ese momento, tú, como entrenador, recibes una satisfacción humana que te hace crecer como persona y como profesional, y te da un empujón inmenso para seguir trabajando por esas personas hasta el último segundo del día para devolverles lo mismo que tú recibes, SATISFACCIÓN HUMANA.

En conclusión, el entrenador no sólo debe buscar una satisfacción en unos frios números, unas estadísticas,... debe buscar mucho más, debe buscar una realización global, una satisfacción de su ser, de su interior humano que sólo nos lo puedan dar otras personas con las cuales trabajamos diariamente, por las cuales trabajamos muchas horas, las que nos darán ese reconocimiento que nos hará ser un entrenador más humano.

El entrenador como parte de la Excelencia

"Es un honor y un privilegio poder entrenar a este grupo de personas". Esta frase se la hemos escuchado a Pep Guardiola después de ganar su 2º Mundial de Clubs en rueda de prensa. Es un entrenador que forma parte de la excelencia de su equipo, es el principal artífice de que su equipo sea excelente, no sólo a nivel futbolístico, sino en todos los otros aspectos que deben dar ejemplo al mundo.

Todos los humanos, todas las personas tenemos un mismo objetivo, todos buscamos la EXCELENCIA en nuestras vidas, tanto personal como profesional. Trabajamos muy duro para conseguir, día a día ,acercarnos al máximo al significado de esa palabra. Podemos estar toda una vida para intentar conseguirlo y ni acercarnos, pero si tenemos esa suerte, esa fortuna de conseguir rozar esa EXCELENCIA, debemos saber gestionarla muy bien, para que así, al margen de esa perfección en nuestra labor, seamos recordados por mucho más.
Un ejemplo de que a esa excelencia se puede llegar, sabe gestionar y asimilarla en el mundo del fútbol es el F.C.Barcelona. Su entrenador, Pep Guardiola, un entrenador que sabe demostrar al mundo que su equipo es excelente y se acerca a la perfección tanto dentro como fuera del campo, sin ser prepotente, con mucha humildad, lo cuál lo hace, si cabe aún, más excelente. Un equipo suele estar hecho a imagen y semejanza de su entrenador, que no sólo plasma su ídea y filosofía de fútbol, sino que impregna su carácter y personalidad a sus jugadores y entorno. Ahí es donde nosotros debemos firmar nuestra propia excelencia.

Por tanto,no sólo debemos trabajar para llegar a esa perfección táctica, técnica, estrategica, etc... sino que debemos buscar una perfección total, debemos buscar acercarnos al máximo al término FÚTBOL TOTAL, en toda su grandeza,  sólo así conseguiremos lograr nuestro objetivo desde que nacemos, SER PERFECTOS.